viernes, 30 de noviembre de 2012

¡¡¡¡CONCURSO!!!!


¿De qué personaje de la literatura clásica nos habla WARCRY en esta canción?

* Una pista: ya nos ha visitado algún miembro de su familia...


Partí hacia la guerra, 
dejé atrás a mi mujer
Mi reino mi hijo mis tierras,
todo aquello abandoné.

Diez horribles años, entre sangre y maldad,
allí sólo tenía un sueño… regresar

Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!

Ya de vuelta a casa el cielo me castigó,
por un mal que yo no hice, ni mi mano consintió.

Si es vuestra justicia castigar el bien con mal,
no soy hombre que se rinda… ¡ni que dude al pelear…!

Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!

Pronto mi amor, estaré contigo.
Todo el dolor olvidare contigo…
Oigo tu voz cuando estoy perdido,
sé fuerte amor… volveré… ¡contigo!

Ni Dios, ni hombre, ni criatura infernal
Conseguirán que no pueda volver por fin a mi hogar

Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!

Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!

lunes, 26 de noviembre de 2012

PANDORA




                                 Cuadro 'Pandora', obra del pintor del siglo XIX Dante Gabriel Rossetti. (Foto: EPA)

                                    "Pandora" por Dante Gabriel Rossetti (s.XIX)


En la mitología griega, Pandora (en griego antiguo: Πανδώρα) fue la primera mujer, hecha por orden de Zeus para introducir males en la vida de los hombres, después de que Prometeo, yendo en contra de su voluntad, les otorgara el don del fuego.Según la versión del poeta Hesíodo, la creación de la primera mujer está ligada estrechamente con el incidente de Mecona. Cuando los mortales e inmortales se separaron, Prometeo urdió un engaño para que, en adelante, cuando los hombres sacrificaran a los dioses, solo les reservaran los huesos y pudieran aprovechar para sí mismos la carne y las vísceras. Zeus, irritado por el ardid, les negó el fuego a los hombres, pero Prometeo, hurtándolo, se los restituyó (Teog. 535-570; Trabajos y días, 47-58).
Zeus ordenó que Hefesto modelara una imagen con arcilla, con figura de encantadora doncella, semejante en belleza a las inmortales, y le infundiera vida. Pero, mientras que a Afrodita le mandó otorgarle gracia y sensualidad, y a Atenea concederle el dominio de las artes relacionadas con el telar y adornarla, junto a las Gracias y las Horas con diversos atavíos, a Hermes le encargó sembrar en su ánimo mentiras, seducción y un carácter inconstante. Ello, con el fin de configurar un "bello mal", un don tal que los hombres se alegren al recibirlo, aceptando en realidad un sinnúmero de desgracias.
Los poemas presentan de distinta forma la introducción de los males por Pandora. En Teogonía, el poeta la presenta como la primera de entre las mujeres, que en sí mismas traen el mal: en adelante, el hombre debe optar por huir del matrimonio, a cambio de una vida sin carencias materiales, pero sin descendencia que lo cuide y que mantenga después de su muerte su hacienda; o bien casarse, y vivir constantemente en la penuria, corriendo el riesgo incluso de encontrar a una mujer desvergonzada, mal sin remedio (Teog. 602-612).En Trabajos y días, Hesíodo indica que los hombres habían vivido hasta entonces libres de fatigas y enfermedades, pero Pandora abrió un ánfora que contenía todos los males (la expresión «caja de Pandora» en lugar de jarra o ánfora es una deformación renacentista) liberando todas las desgracias humanas. El ánfora se cerró justo antes de que la esperanza fuera liberada (Trabajos y días 90-105). En esta última versión es cuando se menciona por primera vez el nombre de "Pandora", y su vínculo con Epimeteo: Prometeo le había advertido no aceptar ningún regalo de Zeus, de lo contrario les sobrevendría una gran desgracia a los mortales, pero no escuchó a su hermano y la aceptó, dándose cuenta muy tarde de la astucia del padre de los dioses (Trabajos y días 83-89).
Otras versiones del mito relatan que en realidad la jarra contenía bienes y no males. La apertura de la jarra ocasionó que los bienes volaran regresando a las mansiones de los dioses, sustrayéndose de la vida de los hombres, que en adelante solo viven afligidos por males. Lo único que pudieron conservar de aquellos bienes es la esperanza.


TIERRA SANTA: "LA CAJA DE PANDORA"

Cuentan que un día
Un titán robando el fuego
Hizo que Zeus
Creara una mujer
Que fué enviada
A los brazos de su hermano
Para casarse con él

Le fué entregada
Una caja por los dioses
Una caja que nunca debió abrir
De ella brotaron
Locuras y mil males
Que no pudieron destruir
Que no pudieron destruir

Abierta está
La caja de Pandora
Se le advirtió
Pero aún así ella la abrió
El mal dejó
Salir de allí Pandora
Y en su interior
Solo esperanza quedó.







PEGASO



                        

En la mitología griega Pegaso (en griego Πήγασος) era un caballo alado. Pegaso nació de la sangre derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza. Suele representarse en blanco o negro y tiene dos alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando lo realiza, mueve las patas como si en realidad estuviera corriendo por el aire.
Según las fuentes clásicas, Perseo no llegó a volar montado a Pegaso, puesto que lo hacía gracias a unas sandalias aladas, sin embargo, muchos artistas renacentistas lo representaron volando en este caballo.
Pegaso aparece relacionado fundamentalmente con el héroe Belerofonte, quien a lomos del équido alado logró dar muerte a la Quimera, una bestia de múltiples cabezas (entre ellas una de león y otra de cabra) que asolaba los territorios de Licia. Gracias a este corcel Belerofonte pudo obtener igualmente una victoria sobre las amazonas. Belerofonte encarna el "defecto" de la "excesiva" ambición. Cuando por fin consigue montar a Pegaso, no contento con esto le obliga a llevarlo al Olimpo para convertirse en un dios, pero Zeus, molesto por su osadía, envía a un insignificante mosquito que pica el lomo de Pegaso y precipita al vacío a Belerofonte sin matarlo, quedando lisiado y condenado a vagar apartado del resto del mundo toda su vida recordando su gloria pasada.
La leyenda de Pegaso puede haber influido la formación de la figura del buraq en la tradición islámica. Es uno de los equinos más célebres de la literatura junto con Rocinante (caballo de Don Quijote de la Mancha), Babieca (el de El Cid), Bucéfalo (el de Alejandro Magno) y el caballo de Troya, entre otros.


TIERRA SANTA: "PEGASO"

Viviendo en un sueño salido del mar
donde una leyenda nos cuenta
que un caballo alado surgió
y su magia fue eterna
Veloz como el viento sus alas abrió
un manto de nubes su vuelo envolvió
y en la noche brilló
como brilla una estrella
Y busca su destino
mas allá de la realidad
donde reinan los héroes
y no existe el mal
Corazón de leyenda
hijos del Dios del Mar
y una triste mortal
que con su sangre al morir
se convirtió en realidad
Y ahora vive sumido en un sueño
del que nunca podrá despertar
un mortal quiere hacerse su dueño
darle caza y poderle domar.


PENÉLOPE

                                         
                                                      "Penélope" por John W. Waterhouse



Penélope es un personaje de La Odisea, uno de los dos grandes poemas épicos atribuidos a Homero (el otro es La Ilíada). Penélope es la esposa del personaje principal, Ulises rey de Ítaca. Ella espera durante veinte años el retorno de su marido de la Guerra de Troya y por esta razón se la considera un símbolo de la fidelidad conyugal hasta el día de hoy. Mientras su esposo está fuera, Penélope es pretendida por múltiples hombres. Para mantener su castidad ante la ausencia de su marido, la reina idea un gran plan: les dice a los pretendientes que aceptará la desaparición de Ulises, con la consecuente promesa de un nuevo enlace, cuando termine de tejer un sudario para el rey Laertes, en el que estaba trabajando. Para mantener el mayor tiempo posible este tejido en elaboración, procura deshacer por la noche lo que creó por el día y de esta forma soporta los veinte años. Justo cuando Ulises llega a casa, Penélope termina la labor, Ulises mata a los pretendientes y permanece con ella para siempre.

JOAN MANUEL SERRAT: "Penélope"

Penélope,
con su bolso de piel marrón
y sus zapatos de tacón
y su vestido de domingo.
Penélope,
se sienta en un banco en el andén
y espera que llegue el primer tren
meneando el abanico.

Dicen en el pueblo
que un caminante paró
su reloj una tarde de primavera.
"Adiós amor mío
no me llores, volveré
antes que de los sauces caigan las hojas.
Piensa en mí
volveré a por tí..."

Pobre infeliz se paró tu reloj infantil
una tarde plomiza de abril
cuando se fue tu amante.
Se marchitó en tu huerto hasta la última flor,
no hay un sauce en la calle Mayor
para Penélope.

Penélope, tristes a fuerza de esperar,
sus ojos parecen brillar
si un tren silba a lo lejos.
Penélope, uno tras otro los ve pasar,
mira sus caras, les oye hablar,
para ella son muñecos.

Dicen en el pueblo
que el caminante volvió.
La encontró en su banco de pino verde.
La llamó: "Penélope,
mi amante fiel, mi paz,
deja ya de tejer sueños en tu mente,
mírame, soy tu amor, regresé".

Le sonrió, con los ojos llenitos de ayer,
no era así su cara ni su piel:
"Tú no eres quien yo espero".
Y se quedó con el bolso de piel marrón,
y sus zapatitos de tacón
sentada en la estación.


sábado, 24 de noviembre de 2012

CUPIDO

                                                "Cupido" por Elisabeth L.Vigée- Lebrun


En la mitología griega Eros era el dios responsable de la lujuria, el amor y el sexo. Su equivalente romano era Cupido ("deseo") también conocido como Amor.
En todo el pensamiento griego parece haber dos aspectos en la concepción de Eros. En el primero es una deidad primordial que encarna no sólo la fuerza del amor erótico sino también el impulso creativo de la naturaleza. Posteriormente, aparece la versión alternativa que hace a Eros hijo de Afrodita y Ares. Este Eros era un ayudante de Afrodita que dirigía la fuerza primordial del amor y la llevaba a los mortales. En algunos mitos se le muestra como un ser juguetón, provocando frecuentes problemas a dioses y mortales, en otros es consciente del poder que ostenta, rechazando a veces las peticiones de los demás dioses de interferir en el curso de la vida de algunos mortales.

En el arte se representa normalmente a Eros como un joven o un niño alado, con un arco y un carcaj en el que lleva dos clases de flechas: unas doradas con plumas de paloma que provocaban un amor instantáneo, y otras de plomo con plumas de búho que provocaban indiferencia.


BABASÓNICOS: "Cupido Drogado"

Rojo de fiebre lascutan la piel,
cara de haber visto la muerte nacer
sin sensación la flecha en el corazón
caigo tres veces como Cristo.

Cupidos drogados inventan besos suicidas.
Cupidos drogados inventan besos suicidas.

No más siluetas de parejas al Sol
en horizontes anaranjados.

Cupidos drogados inventan besos suicidas.
Cupidos drogados inventan besos suicidas.

Enamorados pasean en góndolas
en un canal decadente podrido
eternizando a los besos del mal
salve en la orgía de suicidios.

Cupidos drogados inventan besos suicidas.
Cupidos drogados inventan besos suicidas.

Van por todas partes.
Van por todas partes.


AFRODITA

                                             "Venus del espejo" de Diego Velázquez

En la mitología griega, Afrodita (Venus para los romanos) es la diosa del amor, el sexo y la belleza. Sus poderes son inmensos: protege a los esposos, fecunda los hogares y está presente en los partos. También simboliza la pasión desencadenada que destruye las uniones legítimas e incita a los mortales a toda clase de voluptuosidades y vicios. Sus atribuciones son los secretos de las doncellas, las sonrisas, los engaños, el placer, el amor y la dulzura.


HÉROES DEL SILENCIO: "La espuma de Venus"

En frío, a flor de labio
boca de cosecha, senos de clavel,
curvas mieles, rincones de voces
y cuchillos de saliva.
Nadé desnudo tu oleaje
ahora que el barco se hunde
y solo tú puedes salvarme.
Y dudas de mis dudas
de mis ritos, de mis ruinas.
Entre siempre y jamas
nadé desnudo tu oleaje.
La espuma de Venus, la fruta más escasa
que quiso ordeñar
el zahorí buscando agua.

La ficción es y será
mi única realidad.

Artista del pecado
aprendí de memoria
la geografía de tu centro
de azúcar y de acero.
Espuma de Venus
nadé desnudo tu oleaje
perfume inmaterial
cobijo y principio
el aullido vertical
como respuesta a tus prodigios.

La ficción es y será
mi única realidad.

Con el disfraz sin estrenar
di el salto a lo fugaz
la ficción es y será
la única realidad. 


miércoles, 21 de noviembre de 2012

CASANDRA


                                                                                   "Casandra" por Evelyn de Morgan, 1898
cassandra-evelyn-de-morgan-1898






En la mitología griega, Casandra (en griego antiguo, Κασσάνδρα: "la que enreda a los hombres" o "hermana de los hombres"), era hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Fue sacerdotisa de Apolo, con quien pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, rechazó el amor del dios; éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos. Tiempo después, ante su anuncio repetido de la inminente caída de Troya, ningún ciudadano dio crédito a sus vaticinios.

Leyenda

Apolo amaba a Casandra pero, cuando ella no le correspondió, él la maldijo: su don se convertiría en una fuente continua de dolor y frustración. En algunas versiones de este mito, Apolo escupe en su boca al maldecirla; en otras versiones griegas este acto suele suponer la pérdida del don recientemente adquirido, pero el caso de Casandra es diferente. En Orestes ella promete a Apolo que se convertirá en su consorte, pero no lo        cumple, por lo que desata su ira.
Aunque Casandra previó la destrucción de Troya, la muerte de Agamenón y su propia desgracia, fue incapaz de evitar estas tragedias, tal era la maldición de Apolo. Su familia creía que estaba loca y, en algunas versiones, la mantuvieron encerrada en casa o encarcelada, lo que la hace enloquecer. En otras versiones, simplemente era una incomprendida.

Hay versiones alternativas de la historia en las que Casandra, siendo niña, pasó la noche en el templo de Apolo con su hermano gemelo Héleno y las serpientes del templo chuparon y limpiaron sus orejas, por lo que ambos serían capaces a partir de entonces de oír el futuro. Este es un tema recurrente en la mitología griega. Otras versiones sugieren que Casandra consiguió la habilidad de entender el idioma de los animales, en lugar de conocer el futuro.



ISMAEL SERRANO: "Casandra"

Casandra vio en sueños el futuro.
En la sombra de una pesadilla Casandra leyó
los versos de ese poema que aún no han escrito
los dioses que, riendo, la hirieron con su maldición.
Supo del hambre y de las guerras de siempre,
de bufones celebrando el odio, bailando entre hogueras,
de despedidas y de monstruos minerales
bebiendo insaciables la savia dulce del planeta.

Casandra vio a hombres y mujeres
dormitando en sus burbujas
tras las máscaras del miedo.
Mas también vio la luz del alba
asomar por la cancela que nadie jamás abrió.
Supo que aún quedaban esperanzas,
que otros sueños la esperaban.
Casandra habló a todos de sus sueños
mas nadie la oyó.

Nadie creyó en Casandra y sus visiones
y la gente sólo vio en su augurio delirio y locura.
La condenaron a vagar perdida y sola.
Herejía es mostrar la verdad descarnada y desnuda.
Abandonada tras los años la encontró
un muchacho que andaba buscando esperanza y respuestas.
Casandra habló con pasión de sus presagios
y de la luz del amanecer brillando tras la puerta.

—Creo en ti Casandra. No estás loca.
Se besaron y en su boca florecieron madreselvas.
—Dulce Casandra, ponte de pie.
—Yo te he conocido antes. Quizá te soñé.
Hay quien duda ya y cree en la leyenda.
Juntos buscarán la puerta.
Dulce mañana.
Yo, no se tú...
creo en Casandra.

ÍCARO



                                                             "Ícaro" de Henri Matisse


En la mitología griega Ícaro (en griego antiguo Ἴκαρος Ikaros) el hijo del arquitectoDédalo, constructor del laberinto de Creta, y de una esclava. Fue encarcelado junto a él en una torre de Creta por el rey de la isla, Minos.
Dédalo consiguió escapar de su prisión, pero no podía abandonar la isla por mar, ya que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los veleros, y no permitía que ninguno navegase sin ser cuidadosamente registrado. Dado que Minos, el rey, controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí empezando por las más pequeñas y añadiendo otras cada vez más largas, para formar así una superficie mayor. Aseguró las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Ícaro, su hijo, observaba a su padre y a veces corría a recoger del suelo las plumas que el viento se había llevado, y tomando cera la trabajaba con sus dedos, entorpeciendo con sus juegos la labor de su padre. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.
Pasaron las islas de Samaos, Delos y Lebintos, y entonces el muchacho comenzó a ascender como si quisiese llegar al paraíso. El ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, llamó a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído Icaria en su memoria. Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia bajo el cuidado del rey Cócalo, donde construyó un templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.
Pausanias cuenta una versión más prosaica (Beocia, xi.4) en la que ambos huían a Creta en barco, para lo cual Dédalo inventa el principio de la vela, desconocido hasta entonces para los hombres. Ícaro, navegante torpe, naufragó frente a la costa de Samos, en cuyas orillas se encontró su cuerpo. Heracles le dio sepultura en esa tierra que desde entonces se llama Icaria.

 ANDRÉS CALAMARO: "Mi propia trampa"

 Hoy caí en mi propia trampa
probé mi propia medicina
me acerqué demasiado al sol
y mis alas se quemaron y caí
a mi tampoco me gusta tu novio
lo siento si soy tan franco
soy varón y sólo me lo banco
pero mis alas se quemaron y perdí
pero...
hoy las cartas me tocaron buenas
pero no supe ganar la partida
yo te hubiera entregado mi vida
pero mis alas se quemaron y caí
todos están celebrando
y yo me quedo pensando
apenas estoy aprendiendo a volar
y ya mis alas se quemaron y caí
y ya...
creo que me caigo del cielo
y pierdo el instinto camino
la vida me puso delante un caramelo
y mis alas se quemaron y ya fuí
hoy no me comí la empanada
tenía todo y me quedé sin nada
y de pronto tuve una revelación
voy a escribirlo todo en una canción
me acerqué a ese farol demasiado
y mis alas se quemaron y caí
pero...
soy muy sensible a la belleza
que no distingo el corazón y la cabeza
me acerqué mucho al sol y no lo ví
y mis alas se quemaron y caí
prefiero solamente un beso tuyo
antes que el amor de mil mujeres
es el beso que núnca te dí
cuando mis alas se quemaron y caí
cuando...
cuando mis alas se quemaron y caí.