miércoles, 21 de noviembre de 2012

ÍCARO



                                                             "Ícaro" de Henri Matisse


En la mitología griega Ícaro (en griego antiguo Ἴκαρος Ikaros) el hijo del arquitectoDédalo, constructor del laberinto de Creta, y de una esclava. Fue encarcelado junto a él en una torre de Creta por el rey de la isla, Minos.
Dédalo consiguió escapar de su prisión, pero no podía abandonar la isla por mar, ya que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los veleros, y no permitía que ninguno navegase sin ser cuidadosamente registrado. Dado que Minos, el rey, controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí empezando por las más pequeñas y añadiendo otras cada vez más largas, para formar así una superficie mayor. Aseguró las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Ícaro, su hijo, observaba a su padre y a veces corría a recoger del suelo las plumas que el viento se había llevado, y tomando cera la trabajaba con sus dedos, entorpeciendo con sus juegos la labor de su padre. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.
Pasaron las islas de Samaos, Delos y Lebintos, y entonces el muchacho comenzó a ascender como si quisiese llegar al paraíso. El ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, llamó a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído Icaria en su memoria. Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia bajo el cuidado del rey Cócalo, donde construyó un templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.
Pausanias cuenta una versión más prosaica (Beocia, xi.4) en la que ambos huían a Creta en barco, para lo cual Dédalo inventa el principio de la vela, desconocido hasta entonces para los hombres. Ícaro, navegante torpe, naufragó frente a la costa de Samos, en cuyas orillas se encontró su cuerpo. Heracles le dio sepultura en esa tierra que desde entonces se llama Icaria.

 ANDRÉS CALAMARO: "Mi propia trampa"

 Hoy caí en mi propia trampa
probé mi propia medicina
me acerqué demasiado al sol
y mis alas se quemaron y caí
a mi tampoco me gusta tu novio
lo siento si soy tan franco
soy varón y sólo me lo banco
pero mis alas se quemaron y perdí
pero...
hoy las cartas me tocaron buenas
pero no supe ganar la partida
yo te hubiera entregado mi vida
pero mis alas se quemaron y caí
todos están celebrando
y yo me quedo pensando
apenas estoy aprendiendo a volar
y ya mis alas se quemaron y caí
y ya...
creo que me caigo del cielo
y pierdo el instinto camino
la vida me puso delante un caramelo
y mis alas se quemaron y ya fuí
hoy no me comí la empanada
tenía todo y me quedé sin nada
y de pronto tuve una revelación
voy a escribirlo todo en una canción
me acerqué a ese farol demasiado
y mis alas se quemaron y caí
pero...
soy muy sensible a la belleza
que no distingo el corazón y la cabeza
me acerqué mucho al sol y no lo ví
y mis alas se quemaron y caí
prefiero solamente un beso tuyo
antes que el amor de mil mujeres
es el beso que núnca te dí
cuando mis alas se quemaron y caí
cuando...
cuando mis alas se quemaron y caí.



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